-Siento curiosidad. ¿En qué pensabas esta noche mientras mirabas cómo dormía?
-Ah… - Se sienta y le sonríe. - Pensaba en la suerte que tengo. Pensaba: esta chica es realmente guapa. Y además pensaba en el momento que estamos viviendo y que… Mira, casi tengo miedo de decírtelo.
Ella se acerca y lo mira con ojos exultantes, resplandecientes, llenos de entusiasmo.
-No tengas miedo, cariño, te lo ruego, dilo.
Él la mira a los ojos, inspira profundamente y al final lo suelta.
-Pues bien, que jamás me he sentido tan feliz en mi vida.