domingo, 26 de febrero de 2012

Eres perfecta por tus defectos y tus virtudes.

Más tarde, tumbados entre las sábanas, él la acaricia el pelo, mientras ella lo abraza con la cabeza apoyada contra su pecho.
- No soy muy buena, ¿verdad?
- Eres buenísima.
- No, me siento algo torpe. Me tienes que enseñar.
- Eres perfecta. Ven.
Él la coge de la mano y ambos salen de la habitación.

lunes, 6 de febrero de 2012

A los pies de la muerte.

     Solo cuando estamos a un paso de la muerte nos damos cuenta de las cosas que tenemos y que no valoramos.
Estoy en el borde de un precipicio. Quisiera dar un paso hacia delante para olvidarme de todo, para dejar de ser alguien en este mundo.
Cuanto más miro la profundidad que tiene, más recuerdos vienen a mi cabeza. Pienso el por qué de estar ahí, cuando tengo a unos padres maravillosos, que si no fuera por ellos yo no existiría. Me podrán regañar mil veces por las cosas que hago mal pero también me dan la enhorabuena en mis logros y son las personas que más necesito en mi vida. Pienso en mis hermanos con los que he jugado siempre, me han mimado todo lo que he querido y más, es lo que tiene ser la pequeña. Pero ser la pequeña no es todo bueno, me hacen de rabiar siempre, pero les quiero. Pienso en mis primos y en mis tíos. En mi abuela que es la única que tengo, que aunque tenga 18 nietos más sé que siempre tiene un ratito para cada uno. Después, pienso en mis amigos con los que he pasado los mejores y a veces también los peores momentos de mi vida. Muchas veces me ponen de los nervios pero otras les necesito a cada minuto. Puedo contarles todos mis secretos sabiendo que no los contaran nunca, aunque se enfaden a más no poder conmigo, nunca contaran nada de lo que un día les dije,terminando con un “No lo cuentes a nadie, confío en ti” Y ellos como buenos amigos que son guardan tus secretos toda la vida. Y para acabar, pienso en mi novio, no es el menos importante por ser el último , pero es del que puedo recordar más cosas. Si, habré llorado miles de veces por él, pero siempre ha sido porque no le quiero perder, no quiero que se vaya con otra o simplemente que deje de estar en mi vida y que yo para él solo sea un pequeño e insignificante recuerdo que desea borrar de su mente o aún peor, de su corazón. Pero debo de estar tranquila, porque un día acordamos estar juntos siempre, pasara lo que pasara, y de momento se está cumpliendo. En este momento recuerdo nuestro primer beso, puede que os preguntéis que si fue bonito, y yo os contestaré.... Pues no! Fue un beso feo, extraño, un beso con miedo y parecía obligado. Resumiendo un beso que poca gente querría tener, pero aunque fuese así yo no me arrepiento. Si no hubiera existido esa pequeña cosa, él y yo no estaríamos juntos. Nadie en este mundo quiere tanto como le quiero yo.
Y después de pensar todas estas cosas es cuando me doy cuenta que lo que iba ha hacer no tiene ningún sentido. ¿De qué me serviría tirarme por el precipicio? ¿Pensaba que así podría dejar todas mis penas atrás? ¿Muriendo? No me serviría de nada dejarme caer, lo único que conseguiría sería la tristeza de mis seres queridos, y yo no quiero eso, quiero que sean felices pero que lo sean conmigo.
Doy un paso para atrás, me pongo a salvo, sonrío y sigo caminando, pero de espaldas, quiero ver como me voy alejando poco a poco de ese infierno, de todas las tonterías que había pensado antes de ir a ese lugar y ponerme a un centímetro de la muerte. Me giro y voy a mi casa llorando, pero de felicidad. Me he dado cuenta de que mi vida no es... se podría decir que una mierda, no, mi vida es maravillosa, es perfecta y lo es porque cada persona que está a mi lado aporta un poquito de mi felicidad. Solo ellos son los que me podrán ayudar a quitarme la tristeza cuando la tenga y a sacarme mil y una sonrisas cada día.
No hay que llegar a esta situación para pensar en todas esas personas que te adoran por lo que eres y no por lo que muestras. Asique sonríe, mucha gente te admira y te quiere.